Paseando por las calles del pueblo, descubrimos una pequeña bodeguita bien artesanal que pertenece a dos hermanos jovencitos, decididos a centrarse en hacer un vino muy personal y sacar muy pocas botellas pero bien mimadas (elaboran sólo 6000 botellas al año) “Pequeña Bodega Salvador Figueroa”.
Hacen vinos a la vieja usanza con mucha pasión, asesorados por su padre que es un viejo y conocido enólogo (el chavo Figueroa) que ha trabajado durante toda su vida asesorando bodegas de la zona. Utilizan uvas de viñedos propios ubicados en Animaná, cerquita de Cafayate y elaboran tres etiquetas: un malbec con paso por barrica, un malbec joven y un torrontés. Sus vinos son realmente deliciosos… La visita es gratuita y guiada por ellos mismos (otro guiño de simpatía), cobran $5 si desean hacer la degustación.
Si van por Cafayate no dude en visitarlos!!
Vista posterior de la bodega y hotel boutique |
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