A quién se le puede ocurrir comenzar un proyecto por el
final? O por el medio? Realmente hay que estar un poco loco, no? Nacho León con
su DEMENCIA hizo más o menos eso.
Este ingeniero agrónomo de Ponferrada comenzó su delirio
comprando una pequeña viña muy antigua sin saber qué haría con ella… Había mucho trabajo por delante… las vides eran muy viejas, como
de unos 100 años, y las plantas necesitaban un poco de tiempo y cariño para
rejuvenecer y entregar su precioso fruto.
Pasaron los meses, llegó el momento de la vendimia, las uvas pintaban bien, y en lugar de venderlas decidió hacer un vino…., hace apenas 6 años.
… Y así empezó Demencia. Con la idea de hacer un proyecto
sostenible, recuperando las viejas tradiciones vitivinícolas bierzanas, y
respetuoso del medio ambiente… Como un hobby, más que como una empresa… una pequeña locura.
Mencía centenaria, donde nace Demencia |
Junto a sus amigos que cada tanto echan una mano, Nacho se
pasa el día en sus viñas (apenas 3 hectáreas repartidas en 25 parcelas) y la
bodega… Podando, catando, mirando, creyendo y disfrutando.
El nombre DEMENCIA que identifica su vino, viene de su amor
por la uva Mencía, la reina del Bierzo. Y es que su vino esta hecho
exclusivamente DE-MENCIA. Un juego de palabras que refleja a las claras este
joven proyecto y atrevido para los tiempos que corren.
Lo conocimos casi de casualidad, por twitter. Nos llamó la
atención el nombre y la página web, que es tan loca como la idea. Le escribimos
y nos recibió feliz!
Nos encontramos en Ponferrada, y ahí nomás nos fuimos a
conocer la bodega. Para Nacho, la bodega
es el viñedo… Y es que su vino se hace ahí, en esas viñas longevas y
espectaculares que con tanta pasión cuida. Luego, cuando llega la hora de
vendimiar, lleva la uva a un lugar que
según sus palabras no se puede llamar bodega… donde este tinto único crece
mientras descansa!
Viñedo de Villafranca del Bierzo |
Llegamos al primero de ellos, al lado de Villafranca del
Bierzo. Son los viñedos más altos de la zona, unos 600 metros. Allí, tal como
se acostumbraba antes, hay plantado de todo un poco, con predominancia de
Mencía. Su orientación es sur, ideal en este lugar, y el suelo es franco
arenoso, con algo de piedra suelta en superficie… y un color tirando al rojo
mineral, que luego se transfiere al vino.
Allí nos mostró cómo trabaja para recuperar las vides, una a
una, con podas en invierno y podas en verde, quitando algo de racimo y de hoja
para equilibrar la vid y que sufra lo menos posible. Nos mostró también cómo
una mala poda puede terminar arruinando el viñedo y cómo los conejos, por la noche,
se alimentan a sus anchas de las plantas verdes y las uvas. Y parece que les
gusta especialmente la Mencía.
Su trabajo es prácticamente orgánico. No utilizan prácticamente ningún producto químico y tampoco aran la tierra y despejan de malezas. El trabajo y la interferencia es mínima para que la
planta se exprese en su entorno natural.
Viñedo de Valtuille de abajo |
Luego visitamos el otro viñedo, cerca de Valtuille de Abajo,
donde las características de la tierra son similares con predominio de arena,
la altura es un poco menor. Allí casi todo es Mencía centenaria.
De a poco, en la medida que se puede, va comprando pequeñas
parcelas junto a las suyas para aumentar de a poco la producción. Pero en los
lugares donde las vides no resistieron el abandono y hubo que reemplazarlas, su
trabajo es elogiable. Se repuebla siguiendo las antiguas costumbres, de la
misma forma y con clones obtenidos de esas mismas plantas.
Con mucho trabajo en la viña y poco más. Su vino podría
definirse perfectamente como un vino de garaje. Donde todo se hace de manera
artesanal. Y la producción, actualmente es de 6000 botellas (comenzó con 1900).
Se utilizan pequeños tanques de acero inoxidable (1.500
lts.) para fermentación, porque la cantidad de uva que trabajan es mínima. Y
las barricas, francesas, de primer a cuarto uso.
Los vinos descansan en las barricas sobre lías finas
seleccionadas, con “batonages” frecuentes, y durante los primeros tres meses se
catan a diario.
Cuando la luna lo indica, el vino se trasiega. Y cuando el
tiempo se impuso y el paladar lo certifica, el vino se embotella y descansa
como mínimo un año antes de salir de casa.
Catamos DEMENCIA?
Directamente de tanque, la cosecha 2010 recién embotellada.
Y de barrica, la cosecha 2011 para
comparar.
Como se ve DEMENCIA?
Impactante! Color rojo picota profundísimo, casi negro. De aspecto
corpulento, voluminoso, lágrimas densas, bien glicéricas y caída lenta. Tinta
la copa con sus pigmentos intensos.
A qué sabe DEMENCIA?
A gloria bendita! Intenso y explosivo. Frutos negros
maduros, con una fina acidez que refresca el paladar y hace que sus nada
despreciables 15 grados ni se sientan. La madera y los taninos aún tienen que
acomodarse un poquito, lógicamente (hemos catado un vino que necesita un año
para salir al mercado y uno que aún está comenzando a andar). Su final es
larguísimo y exquisito.
Nacho y su firma en un 2008 que nos acompañó a casa |
En este tinto se nota la potencia y a su vez la delicadeza
que tiene la Mencía, conjugadas en un vino que es el Bierzo en su máxima
expresión. Un vino ESPECTACULAR!
Gracias Nacho por permitirnos conocer DEMENCIA y por contagiarnos
esa gran locura!
Salute, Rumbovino.
Me encantan esas vides centenarias, deben dar unos vinos excelentes!
ResponderEliminarNo lo sabes bien Ariel... !!! Las vides son hermosas y sus caldos excelentes sin dudas.. Abrazo y salute!
EliminarHay veces que los mejores resultados vienen de la mano de un acto "demencial"... Uno "pierde" muchas veces tioempo planificando, buscando cubrir hasta el más mínimo detalle antes de encarar un proyecto y resulta que cuando finalmente te decidís a poner primera y dar curso, toda la planificación previa es obsoleta... Por eso, felicito a Nacho por la audacia de lanzarse sin rodeos a hacer esta DEMENCIA.
ResponderEliminarGracias chicos por compartir estas historias maravillosas.
Un abrazo!!
Muchas gracias Esteban!!! Sin lugar a dudas, hay mucho de verdad y realismo en tus palabras... Además, tenemos que reconocer que Nacho nos contagió un poco la idea y la locura... en definitiva, nunca se sabe!! Un proyecto hermoso!!!
EliminarAbrazo grande y salute!
Pinta buenísimo!
ResponderEliminarAunque es un tema catar Vinos que no están terminados: los probados así suelen ser muy ricos, concentrados, frutados, etc..
Pero me parece que cuando cumpla su estiba va a ser distinto.
Abrazo!
Sí!! Tenés razón Adrián... el vino va a cambiar cuando termine la mínima estiba que Nacho desea para su vino... Pero va a mejorar aún más...porque con todas sus aristas de la juventud, está buenísimo!!
EliminarAbrazo gigante! Salute!
Comparlo las palabras de Esteban....hay que planifica menos y arrancar !!!
ResponderEliminarSin dudas!! Lo estamos pensando...jejejejej
EliminarAbrazoooooooo maestro! Salute.