El pasado 17 de Abril se festejó su día mundial y yo, como debe ser, no podía ni quería estar ausente.
Para unirme al festejo y aprovechando que desde hace un par de años estoy viviendo en Europa, me pareció interesante romper los cánones tradicionales de este día y hablarles sobre un malbec diferente. Ni de Francia, cuna originaria del cepaje que no supo, ni pudo, darle el peso específico que hoy tiene esta uva en los paladares de amantes del vino en todo el mundo, ni de Argentina que hizo de ella todo lo contrario (nadie es profeta en su tierra, dice el refrán). Por eso elegí un malbec español, de una región muy especial. Reconozco que no es fácil encontrar un monovarietal de esta uva en España, en lo personal solo conozco dos bodegas que lo tienen (Riberas del Duratón y Altolandon), pero en ambos casos el resultado es muy interesante.
Este vino suena, se muestra y siente como un auténtico malbec argento, pero solo es su esencia, porque este es de aquí, de España, pero de la España de las tierras altas (1100 msnm), de clima seco, soleado y frío, de suelos pobres y sanidad exquisita, de La Mancha, donde quizá alguna vez anduvo el Quijote y su inseparable amigo Sancho haciendo de las suyas…y quien sabe quizá, solo quizá, si no también brindando con algún malbec a la salud del gran Don Miguel de Cervantes.
Buena vida y buenos vinos,
Salutes, Rumbovino.
Difundiendo la cultura del vino y en favor del consumo responsable y moderado.
L´AME, del francés ALMA. Cosecha 2010
En su fase visual se mostró de un color rojo rubí de capa media con bordes levemente tejas, brillante, limpio y lágrimas glicéricas. Aromas de buen volumen que en la cata trasladaban automáticamente a Mendoza, la tierra de sol y el vino. Olía a sol y altura, a ciruelas rojas en su punto de madurez, flores como las violetas, hierbas aromáticas y especias como la pimienta negra (un verdadero “diccionario” sobre las características olfativas de un malbec). En boca resultó poderoso, de entrada imponente pero de transcurrir tranquilo, sedoso, que fue dejando a su paso fruta madura dulce y sumamente fresca en partes iguales hasta terminar llenando las papilas de malbec de altura en estado puro. Frescura y personalidad son dos palabras que a mi juicio lo definen muy bien.
Este vino suena, se muestra y siente como un auténtico malbec argento, pero solo es su esencia, porque este es de aquí, de España, pero de la España de las tierras altas (1100 msnm), de clima seco, soleado y frío, de suelos pobres y sanidad exquisita, de La Mancha, donde quizá alguna vez anduvo el Quijote y su inseparable amigo Sancho haciendo de las suyas…y quien sabe quizá, solo quizá, si no también brindando con algún malbec a la salud del gran Don Miguel de Cervantes.
Buena vida y buenos vinos,
Salutes, Rumbovino.
Difundiendo la cultura del vino y en favor del consumo responsable y moderado.
Muy buenas las notas de cata y que se pueda encontrar un Malbec así en la Madre Patria!!!
ResponderEliminarLes envío un abrazo patagónico a los dos.
Salutes
Muchas gracias amigazo,
ResponderEliminarUn abrazo grande desde Galicia.
Salutes,