Había varias cosas que me interesaban de este vino elaborado por Trapiche. La cepa antes que nada, su nuevo terruño (La costa Atlántica en Argentina, Chapadmalal, cerquita de Mardel, novedosa en todo concepto por su clima más frío y lluvioso que me recuerda a Galicia), su cultivo en secano, su graduación alcohólica baja (solo 12 graditos), los suelos con tosca calcárea del terruño, y la imaginación de un perfil de vino fresco que cada día me gusta más. No me decepcionó en absoluto…. Es tal como lo imaginé.
Estilo afrancesado, color rojo teja de capa muy baja, fresco, ligero, mucha mineralidad y notas terrosas tanto en boca como en nariz, algo de tiza, monte bajo y fruta roja fina… Sedoso, filoso, taninos suaves y textura aterciopelada…. Con presencia de madera, pero discreta aportando complejidad y algo, muy poco, de estructura. Diferente a casi todo lo que he probado en Argentina.
No es un vino para todos los paladares, lo aclaro, pero a mí me pareció excepcional! Quisiera probar los blancos…
Buena vida y buenos vinos,
Salutes, Rumbovino.
Difundiendo la cultura del vino y en favor del consumo responsable y moderado.
Muy buena nota!!! Éxitos y buen año!!
ResponderEliminarMuchas gracias Esteban! Igualmente para vos... Saludos desde Galicia!
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