Y tras estos dos medios días...¿qué nos dejó la Segunda Edición del Salón Internacional del Vino?
Quizá la definición que más se ajusta sería sabor agridulce. Porque como siempre pasa en este tipo de eventos, hay buenas y malas, cosas por mejorar, cosas por repetir y cosas irrepetibles.
Para mejorar o no repetir:
- El sistema de enfriado de los vinos dejó mucho que desear. Nos parece que había muy buenos vinos y un nivel general alto que merecía un trato más acorde. No hubo forma de probar una etiqueta a buena temperatura. Las que no estaban calientes, estaban heladas. Una pena... La excelencia está en los detalles.
- Por momentos hizo un calor insoportable dentro del Auditorio. Tanto los asistentes como los expositores no estábamos cómodos en ninguna parte. Así no hay quien disfrute.
- El sistema de distribuir los expositores en tres plantas no resultó eficiente. La planta baja estaba atestada de gente, la segunda muy tranquila y los de la superior tenían que pedir que suban a verlas. Hay que atender esto...
Para mejorar o no repetir:
- El sistema de enfriado de los vinos dejó mucho que desear. Nos parece que había muy buenos vinos y un nivel general alto que merecía un trato más acorde. No hubo forma de probar una etiqueta a buena temperatura. Las que no estaban calientes, estaban heladas. Una pena... La excelencia está en los detalles.
- Por momentos hizo un calor insoportable dentro del Auditorio. Tanto los asistentes como los expositores no estábamos cómodos en ninguna parte. Así no hay quien disfrute.
- El sistema de distribuir los expositores en tres plantas no resultó eficiente. La planta baja estaba atestada de gente, la segunda muy tranquila y los de la superior tenían que pedir que suban a verlas. Hay que atender esto...
- Demasiado apretadas todas las mesas y poco espacio entre pasillos para desplazarse. Eso hizo que nadie esté cómodo trabajando o visitando. Dado que uno de los objetivos del evento es establecer contactos y hacer negocios, esta forma de organizar las mesas no es buena. Para eso, los stands individuales funcionan mucho mejor.
- Quizá el nombre de Salón Internacional le quede un pelín grande. La presencia de algunos pocos vinos de Portugal, Francia, una etiqueta de Chile, una Argentina y un par de Tokaji nos parece que se quedan un poco cortos como para dar la calificación de internacional al evento. En este sentido esperábamos algo más...
- Algunas mesas estuvieron prácticamente sin nadie que las atienda gran parte del evento. La mañana del martes hubo expositores que directamente no llevaron sus productos. En fin... tirón de orejas para los remolones.
- Otras mesas sí tuvieron gente detrás, pero es como si no las tuvieran porque no se esmeraban demasiado en mostrar y contar sus productos (preferían mirar sus móviles). Aunque entendemos que puedan estar cansados, también entendemos que gran parte de la seducción del vino está en saber comunicarlo y, en eso, estos se quedan cortos.
Para repetir, lo bueno y muy bueno,
- Organizar el evento y permitir que Galicia siga siendo anfitriona de estas actividades. Felicitaciones...
- La presencia de algunos enólogos, viticultores y bodegueros en muchas de las mesas sirviendo y explicando sus propios vinos. Para agradecer y aplaudir...
- Como decimos lo malo decimos lo bueno. Hubo mesas donde recibimos una atención exquisita, en las que daba gusto escuchar y aprender de vinos. Aplausos a esos... Fueron varios.
- Buena diversidad de terruños y cepajes.... Interesante para conocer cosas nuevas.
- Nadie se guardó los mejores vinos bajo la mesa para dárselos a los amigotes. Algo bastante común en este tipo de encuentros. Al menos nosotros no vimos a nadie hacerlo... Eso se agradece.
- Las catas magistrales y el reconocimiento a gente importante del vino.
- El horario. Muy amplio, permitió a los visitantes ir sin apuros y disfrutar de lo que más les gusta sin mirar el reloj constantemente.
¿Y de los vinos que decimos?
Lo peor fue no poder probarlos en condiciones adecuadas. Claro que los que frecuentamos estos eventos sabemos que si uno quiere catar un vino y disfrutarlo realmente, este no es el lugar ideal. Ojo, eso no quita que se debe hacer un esfuerzo por tener los vinos en condiciones.
Dicho esto, probamos cosas muy interesantes y otras no tanto, aunque en general fueron más los muy buenos que los menos buenos.
Obviamente no probamos todo, ni mucho menos. Hubo cosas que no probamos porque ya las conocíamos y otras porque no hicimos a tiempo a pesar de que nos esforzamos bastante, jeje.
Por mencionar algunas cositas que nos gustaron:
Dentro del panorama internacional destacamos,
Casi todas las etiquetas de Niepoort mostraron mucho nivel. En especial uno de Bairrada POEIRINHO, que nos impactó con su frescura y mineralidad (tiza, piedra).
Otro de Niepoort que destacamos es el LADREDO (DO Ribeira Sacra), elaborado en conjunto con Adega Guímaro. Impecable.
ALTAMANA, un Malbec Single Vineyard del Valle del Maule procedente del viñedo de Malbec más antiguo de Chile. Frutal, sedoso, envolvente y la madera en su punto justo.
Punto aparte los TOKAJI. Será que no teníamos experiencia con estos vinos, pero puttonyo arriba o puttonyo abajo, cada uno inolvidable.
De la terriña Galega,
Nos gustaron varios, pero destacamos los Ribeiro de José Merens. Tanto LAGAR DO MERENS complejo y fresco, como 30 COPELOS, un tinto que emociona. Y ya que hablamos de Ribeiro, no podemos no mencionar el EMILIO ROJO, un cromo de los difíciles de conseguir. Lo mejor es que uno se lo servía solo porque en la mesa no hubo nadie (al menos los dos medios días que estuvimos en la feria).
De la clásica Rioja, nos gustaron mucho todas las etiquetas de 300 MONGES. Incluido su blanco, recién salido al ruedo y que seguro va a dar que hablar.
Otra de las cosas interesantes y diferentes estuvieron de la mano de los chicos de Comando-G. Muy buenas Garnachas y para todos los paladares. LAS ROZAS 1er Cru 2013 quizá su punto más alto, pero calidad general alta.
De Ribera del Duero, nos gustaron mucho los PSI. Sobre todo el 2011. Vino tirando mas al power que a la sutileza pero que está realmente bueno.
Dentro de las “cepas no tradicionales” nos gustó muchísimo el FINCA SAN BLAS BOBAL 2011. Un 100% Bobal de la DO Utiel-Requena. Un vino sabroso, sedoso en boca y con mucha fruta en todo su recorrido.
Otro de las “no tradicionales” que destacamos es el VIVA LA VID-A de Lagar de Costa. Vino atlántico, directo, vertical y de mucha frescura.
Nos queda mucho en el tintero aún, pero como visión general creemos que se ajusta bastante bien a lo que vivimos en FEVINO 2015.
Solo nos queda esperar otros dos años y mientras tanto seguir disfrutando de los buenos vinos.
Gracias por leernos,
Salute, Rumbovino.
Difundiendo la cultura del vino y en favor del consumo responsable
Bueno, en las ferias ya se sabe, mucha gente va a 'mamarse' y perdón por la expresión. Vosotros quedaros con los vinos catados que además tienen una pinta increíble y me refiero a esos 'cromos difíciles de conseguir' como bien apuntábais. Un saludo chicos!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo querido Sergio! Nunca mejor dicho...
EliminarLas ferias son para lo que son y hay gente que no entiende bien de qué va esto del vino realmente...
Un abrazo grande y salutes.
Hola Rumboamigos, que pena lo de la temperatura de los vinos y de la sala, eso es algo que a mi me pondría de muy mal humor. Son cosas casi imperdonables.
ResponderEliminarPor suerte pudieron probar cosas interesantes y llevarse un pantallazo de hacia donde va la industria en ciertas partes de Europa.
Sería bueno que mandaran este post a los organizadores, seguramente estarán mas que agradecidos para poder seguir mejorando una muestra que seguramente merezca atención en estos detalles.
Felicitaciones por la nueva entrega y gracias por compartirla!!!
Saludos!!!
Muchas gracias como siempre Ariel!
EliminarLa verdad es que no hemos enviado el post a los organizadores, pero siguiendo tu sugerencia vamos a hacerlo.
Como decimos habitualmente, en estos eventos siempre pasan cosas interesantes y está bueno ir... aunque sea a curiosear.
Abrazo grande y salutes!