Solo fui un rato el lunes, desde las 17,00 a las 20,00 y fue suficiente para catar las etiquetas que más me interesaban (otras muchas me quedaron por probar) y charlar con algunos productores o bodegueros.
Fotos de la web |
En un espacio gigante, y muy bien maquillado por cierto, se juntaron más de 300 bodegas y 1500 vinos de las diferentes DO de España. Es un evento dirigido principalmente a la gente del sector, el público en general solo puede asistir el lunes por la tarde y deber pagar una entrada cuyo precio no conozco. Los bloggers, considerados profesionales, no pagamos.
Una vez acreditados y tras dejar 5€ a cambio de una buena copa Riedel que luego puedes recuperar al devolverla, se accede al sueño de todo amante del vino. Si bien algunos stands estaban más demandados (parece que a muchos solo les apasiona ir a probar los grandes puntajes y se olvidan del resto) hay bodegas y espacio suficiente para que todo el mundo se encuentre cómodo y a gusto.
Agradable temperatura ambiente y buena temperatura de servicio de los vinos. Cada mesa disponía de abundante agua para enjuagar copas y para hidratarse con “22 Artesian Water” de la Rioja (con y sin gas) y además unos exquisitos “Picos Artesanos Gourmet” de panadería Obando para limpiar papilas… Cada tanto la DO Jamón de Teruel cortando y ofreciendo sus productos a los famélicos o golosos que se acercaban (siempre hay cola en estos puntos, porqué será). Ya ven, todo está previsto y en el rato que estuve me bastó para entender lo que es un evento sin fracturas de ningún tipo a pesar de su envergadura (si las hay, que debe haberlas, yo no las vi). Para aplaudir!
Qué probé en el poco rato que estuve? Varias cosas… les cuento algunas: Primero visité a Eulogio Pomares para probar los tintos de su proyecto Fento Wines (Carralcoba Caiño 2016 y Espadeiro 2017). Excelentes vinos no aptos a todos los paladares (ni bolsillos), tintos atlánticos de castas casi perdidas y recuperadas, de escasa producción y excelente presentación. Balsámicos, viva acidez, pero cargados de esos terruños que besan las rías.
Qué probé en el poco rato que estuve? Varias cosas… les cuento algunas: Primero visité a Eulogio Pomares para probar los tintos de su proyecto Fento Wines (Carralcoba Caiño 2016 y Espadeiro 2017). Excelentes vinos no aptos a todos los paladares (ni bolsillos), tintos atlánticos de castas casi perdidas y recuperadas, de escasa producción y excelente presentación. Balsámicos, viva acidez, pero cargados de esos terruños que besan las rías.
Eulogio Pomares (tomada de la web) |
Siguiendo por Galicia me dediqué un rato largo a probar los vinos de Coto de Gomariz, algunos blancos y todos los tintos. Siempre extraordinarios, me quedé prendado de su VX Cuvée Caco 2008. Catado a ciegas te vas a Francia y puntúas alto! Sí sí, un tinto del Ribeiro! Cosa seria!
Unos vinos que son realmente recomendables y habría que probar “casi obligatoriamente” son los elaborados por Suertes del Marqués en el Valle de la Orotava (Tenerife). Viñedos sobre suelos volcánicos que gestan vinos que huelen y saben a pólvora, fosforo… de buena acidez y excelente recorrido en boca. El 7 Fuentes, su más bajo de gama es un poema. RPC descomunal!
Otro imperdible para mí era visitar Bodega Jiménez-Landi. Garnachas puras de la sierra Gredos frescas y en ecológico sin certificar. Todas exquisitas, pero Jiménez-Landi Ataulfos 2016 es una auténtica joya. Frutas blancas, flores, tiza, anís… es un tinto, aviso. Aplausos! Romper la hucha y hacerse con alguna botella que son muy pocas!
Me pasé por Dominio del Águila y probé unos cuantos vinos. Me gustaron, pero su Pícaro del Águila 2015 Clarete me encantó!
Debo reconocer que no era mi prioridad visitar la mesa del Grupo Tempos Vega Sicilia pero casi que se cruzó en mi camino y no pude negarme. Allí probé Pintia 2014, Macán 2014 y Alión 2015… muy jóvenes aún, si bien dicen que ya se pueden beber (obvio) creo que es un pecado abrirlos tan pronto porque ganarán con años de botella. Pura potencia bien entendida.
Pasé por Dominio de Bibei donde elegí probar los más básicos (los que suelo beber). Lapola 2016 (blanco) y Lalama 2015 (tinto) de Ribeira Sacra que sin intentar que se ofenda nadie tuvieron años mejores. Están bien, me gustó más Lapola, pero es que eran soberbios!
Seguimos la ruta. Los vinos de Mallorca me gustan y en cuanto tengo oportunidad de probar alguno no la dejo escapar. Había varias opciones pero me decanté por los vinos certificados ecológicos de Finca Can Axartell. Tinto Uno 2016, Tinto Dos 2015 y Tinto Cuatro 2015 tienen una línea similar con uva Callet como bandera y columna vertebral. Buena estructura, buena frescura y mucha fruta… Me gustaron mucho!
Ya terminando el periplo visité Bodegas Avancia (del Grupo Jorge Ordóñez) y siguen sin convencerme demasiado sus Avancia Godello y Mencía. Ya por botella, tranquilo en casa, no me habían dicho gran cosa. El Godello está muy bueno pero la RPC a mi forma de ver, no es buena. Acepto discrepancias.
Finalmente hice un vuelo rasante sobre Attis Bodegas y Viñedos. Tenía un recuerdo fantástico de Sitta Finca el Molinero, que publiqué en el blog y no pude poner las cepas que integraban el vino porque no las encontré por ningún lado (ni en la web). La persona que me atendió no me lo supo decir tampoco. Ya que estaba probé un tinto (Espadeiro) y un blanco (Albariño), que estuvieron bien. Nada más.
Me voy despidiendo porque la nota se hace larga. A pesar de que luego de varios años asistiendo a diferentes actividades de cata vinculadas al vino, en lo personal prefiero las más humildes y de vinos alternativos, este salón es para no perdérselo. Así que como empecé quiero terminar. Agradeciendo la invitación, el trato recibido y el excelente el evento ofrecido. Un lujo para todos los amantes del vino… Salutes y hasta el próximo año.
Unos vinos que son realmente recomendables y habría que probar “casi obligatoriamente” son los elaborados por Suertes del Marqués en el Valle de la Orotava (Tenerife). Viñedos sobre suelos volcánicos que gestan vinos que huelen y saben a pólvora, fosforo… de buena acidez y excelente recorrido en boca. El 7 Fuentes, su más bajo de gama es un poema. RPC descomunal!
Otro imperdible para mí era visitar Bodega Jiménez-Landi. Garnachas puras de la sierra Gredos frescas y en ecológico sin certificar. Todas exquisitas, pero Jiménez-Landi Ataulfos 2016 es una auténtica joya. Frutas blancas, flores, tiza, anís… es un tinto, aviso. Aplausos! Romper la hucha y hacerse con alguna botella que son muy pocas!
Me pasé por Dominio del Águila y probé unos cuantos vinos. Me gustaron, pero su Pícaro del Águila 2015 Clarete me encantó!
Debo reconocer que no era mi prioridad visitar la mesa del Grupo Tempos Vega Sicilia pero casi que se cruzó en mi camino y no pude negarme. Allí probé Pintia 2014, Macán 2014 y Alión 2015… muy jóvenes aún, si bien dicen que ya se pueden beber (obvio) creo que es un pecado abrirlos tan pronto porque ganarán con años de botella. Pura potencia bien entendida.
Pasé por Dominio de Bibei donde elegí probar los más básicos (los que suelo beber). Lapola 2016 (blanco) y Lalama 2015 (tinto) de Ribeira Sacra que sin intentar que se ofenda nadie tuvieron años mejores. Están bien, me gustó más Lapola, pero es que eran soberbios!
Seguimos la ruta. Los vinos de Mallorca me gustan y en cuanto tengo oportunidad de probar alguno no la dejo escapar. Había varias opciones pero me decanté por los vinos certificados ecológicos de Finca Can Axartell. Tinto Uno 2016, Tinto Dos 2015 y Tinto Cuatro 2015 tienen una línea similar con uva Callet como bandera y columna vertebral. Buena estructura, buena frescura y mucha fruta… Me gustaron mucho!
Ya terminando el periplo visité Bodegas Avancia (del Grupo Jorge Ordóñez) y siguen sin convencerme demasiado sus Avancia Godello y Mencía. Ya por botella, tranquilo en casa, no me habían dicho gran cosa. El Godello está muy bueno pero la RPC a mi forma de ver, no es buena. Acepto discrepancias.
Finalmente hice un vuelo rasante sobre Attis Bodegas y Viñedos. Tenía un recuerdo fantástico de Sitta Finca el Molinero, que publiqué en el blog y no pude poner las cepas que integraban el vino porque no las encontré por ningún lado (ni en la web). La persona que me atendió no me lo supo decir tampoco. Ya que estaba probé un tinto (Espadeiro) y un blanco (Albariño), que estuvieron bien. Nada más.
Me voy despidiendo porque la nota se hace larga. A pesar de que luego de varios años asistiendo a diferentes actividades de cata vinculadas al vino, en lo personal prefiero las más humildes y de vinos alternativos, este salón es para no perdérselo. Así que como empecé quiero terminar. Agradeciendo la invitación, el trato recibido y el excelente el evento ofrecido. Un lujo para todos los amantes del vino… Salutes y hasta el próximo año.
Rumbovino
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