Y..., no era el momento. Calypso 2009

Una de las cosas por las que escribimos este blog es porque nadie cercena lo que publicamos, ni nadie nos prohíbe decir lo que sentimos. Sin lugar a dudas si tuviese un jefe no me hubiese dejado publicar esta entrada… pero por suerte no me pasa, así que la publico igual!

Cuánta verdad hay en eso de que un vino está realmente bueno si se lo toma en un buen momento! Una verdad grande como un templo!

Ayer, terminado el primer tiempo de Argentina –Uruguay por la Copa América se me ocurrió la inexplicable idea de destapar un CALYPSO Malbec 2009, para que se vaya oxigenando mientras terminábamos el trámite de ganar a Uruguay y así luego proseguir con ese vinito que tantas ganas tenía de probar por botella, junto a la tira de costillas que lentamente se hacían a la parrilla.

En el entretiempo pensé “será el broche de oro a una noche perfecta”. Maldita argentinidad que me domina en esos momentos… cuándo voy a aprender que los momentos perfectos no se preparan, sino que se dan solos!

El resultado del partido ya lo saben, por más que uno quiera mantenerse  aislado de estas informaciones populares (no es mi caso), es imposible hacerlo ya que los mensajes apocalípticos desbordan todos los medios y no medios de comunicación… La conclusión fue que tras largo sufrimiento y agonía, me senté a la mesa con la tira de costillas casi quemada (claro, no contaba con suplementario y penales), un nudo en la garganta y el Calypso de M. Pelleretti que me miraba con disimulo como diciendo “macho, ahora no es buen momento”. Y así fue…

Tengo que reconocer que el vino se las arregló de maravillas para opacar mi bronca y sinsabor. Eso habla a las claras de que es un muy buen vino, pero cuánto me costó encontrarle sabores y colores en un momento tan oscuro, carallo!

En mi más negativa visión, esto es lo que encontré:

Un vino con una grandísima presencia, color púrpura bien intenso y ribetes violetas luminosos (10 puntos). Tan concentrado que pigmentaba las paredes de la copa en cada movimiento.

En aromas, un poquito cerrado (y eso que estuvo oxigenándose desde el medio tiempo del partido!!). No obstante expresaba aroma a frutos negros, con un lindo toque mineral y chocolate de fondo. Insisto, le faltaba algo de intensidad, pero eran ricos aromas.

En boca, igual, frutos negros maduros (mermeladas quizá), con buena acidez. Aunque le faltaría algo más para contrarrestar el final algo hot (robo a Giorgio) que ostenta. Los taninos, están un poquito rebeldes pero agradan, seguro se acomodarán. En general está bastante equilibrado a pesar de su juventud!

Que se yo… fue el vino que más nos gustó en el Mar del Catas, pero ayer no era el día!
Qué pena la selección no? Porque al Calyso lo compro de nuevo y lo disfruto la semana que viene; pero cuánto falta para la próxima copa???

RUMBOVINO