Un Abuelo, un Padre, un Conicet y un Cuarentón

Cada botella destapada, cada copa degustada, en soledad o en compañía, encierra una pequeña o gran historia que merece ser contada. De esta forma entendemos, vivimos y comunicamos el noble brebaje en Rumbovino:

Cuántas cosas había por festejar en esa cena! Sin dudas, eventos significativos en la vida de algunos de los que nos juntamos aquella noche… Hace muy poco Ariel fue abuelo por primera vez, y no solo eso, su nieta además de otorgarle un grado superior en la escala etaria, le impulsó en la magnífica decisión de dejar el cigarrillo de una vez y esperemos para siempre (milagro que algunos de nosotros jamás pensamos que podía suceder!). Fabricio, unos pocos meses atrás fue admitido como Investigador Adjunto del CONICET, su sueño tras años de duro trabajo se cumplió. Danilo, recientemente papá por segunda vez, continúa durmiendo poco pero doblemente feliz. Y otros, como yo, que encontramos una buena excusa, como cumplir 40 pirulos, para sumarnos a la gloriosa noche… Además estuvieron Pablo y Marcelo, amigos de tantas que no podían faltar!


La comida fue sencilla, ninguno tenía demasiadas ganas de lucirse con el fuego o la cocina, así que unos "sanguchitos" de miga, unas exquisitas empanadas de carne, dulces, fritas (de esas que chorrean) y algunos quesitos varios, sirvieron de refrigerio.


Y qué bebimos? Con cosas de semejante envergadura a la hora del festejo, los vinos debían ser especiales… así que cada uno eligió lo que quería compartir con los amigos y lo llevó, por lo que la oferta fue variopinta.

Fabricio llevó la joya de la noche. Un PRIMUS PINOT NOIR 2004 que le habían regalado en el año 2008, cuando hicimos el curso de introducción al mundo del vino! Buscaba el momento ideal para destaparlo, y qué mejor que este?- dijo.


Este vino elaborado por Bodega Salentein (capitales Holandeses) cuesta alrededor de $300 (aunque esta cosecha debe estar bastante más cara aún). Hasta escuché por ahí que era uno de los vinos que se sirvieron en el casamiento Máxima (Cuánto lo habrá pagado la princesa de Holanda??? Incógnita). 
Yendo a temas más enológicos, el vino estaba buenísimo! Con notas claras del paso del tiempo en su aspecto cromático y estructural, bien brillante y vivo. En nariz el buqué que le otorga la estiba a un vino bien evolucionado. Aromas a fruta roja fina, perfumados y una nota, ya clásica, a adulce de leche que inundaba la copa. En boca fue sedoso, complejo y de un final prolongado y sutilmente dulzón. Aún le quedaba larga vida por delante… un gran comienzo!
Mi conclusión es que es un gran vino, muy rico y fue un placer poder compartirlo con amigos… Pero he tomado vinos que valen mucho menos y los he disfrutado de igual manera.

Yo llevé un PIEDRA NEGRA Malbec 2007 (Bodega Francois Lurton) que compré en la vinoteca de Casilda a un precio de $110. Investigando en la web encontré que su precio real (lo de real me suena feo, el real para mí fue el que pagué, pero digamos su precio en Baires) era de aprox. $180. Además leí que este Malbec icónico elaborado por Francois Lurton en la altura de Mendoza era espectacular…


Me resultó un muy buen vino, de color intenso a pesar de sus años, con taninos redondos y muy amables. Buen balance entre fruta fresca y madera, y muy sedoso y ágil en boca. No tengo presentes muchos más detalles de esta etiqueta, pero recuerdo que no me pareció un vino sobresaliente y mucho menos si tendría que pagarlo $180. Sin embargo a $110 lo volvería a comprar, para degustarlo con más detalle.


Uno más de la partida aquella noche, fue el ENCUENTRO, un Cabernet Sauvignon 2009 de Bodega la Rural que hace poquito salió al mercado. Lo llevó Ariel y fue la sorpresa de la noche porque ninguno de nosotros lo conocía (de hecho no lo encontré en la web por ningún lado). 

Acá cambiamos de estilo, sin dudas fue el vino de estilo más “moderno”. Concentrado, mucho color y mucho aroma algo herbáceo, fruta madura principalmente y notas maderosas demasiado presentes. En boca resultó igual, los taninos aún bastante marcados (aunque esperaba más) y fruta bien madura con un leve especiado. Al igual que en nariz, la madera bien notoria! 
Habrá que esperarlo un tiempo más para que se equilibre y la fruta se imponga a la madera y equilibre la balanza. No obstante, creo que en general gustó mucho. Este tipo de vinos suelen tener un público adepto. No es mi caso, ya que prefiero el vino menos cargado de madera y con más matices… Su precio era de $85.


Otro de los vinos que tomamos aquella hermosa noche fue el SAINT FELICIEN Cabernet Franc 2007 que tan buenas críticas cosechó por parte de nuestros amigos los blogueros. Recuerdo que me gustó y lo disfruté mucho mientras intentábamos arreglar el mundo (creo que un vino es bueno cuando es capaz de acompañar en silencio una buena charla). No obstante voy a probarlo nuevamente para subir mi opinión más elaborada. Eso sí, como dato voy a decirles que en Casilda cuesta $45!!! Sigo hablando de precios reales Jejejeje.
Una vez más, como tantas otras, nos reunimos en torno al vino y también, como tantas otras, tenemos una linda historia que compartir.
Salute.


RUMBOVINO