Un blog de vinos por aficionados, para aficionados. Mas que un blog, nuestro cuaderno de notas.



29 agosto, 2016

PESCUDA, BREZO Y SÍLICE. Tres joyitas del 2014

Sin mucho preámbulo ni literatura me pongo en materia para contarles sobre tres vinos que probé este último tiempo y que, como sucede con no tanta frecuencia, lograron estimularme al punto de sentarme a escribir sobre ellos.




Encontré este vino hace un tiempo en las estanterías de una vinoteca de Viveiro y lo escogí equivocado pensando que se trataba de un tinto de las Rías Baixas ya que lo elabora Manuel Moldes (Bodegas Fulcro). Lo cierto es que luego descubrí que se trata de un vino de el Bierzo aunque no lleve la etiqueta de la DO.

Se trata de un corte 70% Mencía y 30% Alicante Bouschet procedente de Valtuille de Abajo. Se fermenta con todo el raspón y solo levaduras autóctonas. El 50% del vino se cría durante 11-12 meses en barricas de roble usadas y el otro 50% en depósitos de acero con sus lías.

El resultado es un vino que me sorprendió de la primera a la última gota. Nariz compleja de buen volume, con aromas que van desde los florales a los especiados y sobre todo minerales. De fondo algo de frutos negros jóvenes y quizá también un tanto de hierba fresca.

La boca es tan extraña como atractiva. De ataque intenso y sumamente sabroso, dominan las especias como la pimienta negra y las notas minerales (terrosas, piedras puede que férreas). Acompaña sabores a flores, balsámicos y frutas negras. De paso ágil, con gran frescura pero de esa tan integrada que no se puede separar y ensambla perfectamente, por lo que resulta fresco pero no se percibe acidez. Creo que va a evolucionar muy bien con el tiempo, pero está en un momento fantástico.

Su precio ronda los 12 o 13 € y la RPC es más que muy buena





Este blanco, elaborado por Grégory Pérez en el Bierzo logró sacarme la modorra de blancos parecidos y de poca gracia que venía probando últimamente.

Se trata de un “Blanc” complicado para los amantes de paladares tropicales y dulces facilones que abundan en el mercado. Su composición 70% Godello proveniente de una viña dispuesta en espaldera en Parandones sobre suelo de arcilla con mucho canto rodado y 30% Dona Blanca dispuesta en vaso y mezclada con uvas tintas en diferentes fincas. Todo trabajado de manera artesanal.

No tengo datos de su elaboración, pero se trata de un vino joven de apenas 12,5 % vol y un estilo diferente y arriesgado que a los buscadores de vinos así, que por suerte cada día somos más, aconsejo deberían probar.

Color amarillo pajizo, limpio y brillante. Nariz con perfil austero donde se perciben notas a manzanas, cítricos, hierbas aromáticas marcadas y mineralidad. Boca intensa y en misma línea, de acidez media-alta, pero bien puesta. Seco y de recorrido ágil, termina con un final amargoso fantástico.

Como dije antes, los amantes de las bombas blancas tropicales abstenerse. A los demás un vino para no dejar pasar. Su precio, si no recuerdo mal, mi amigo Rafa lo tiene sobre los 8,50 
€ y la RPC es muy buena





Tenía en deuda escribir sobre este proyecto, bastante nuevo, llevado adelante por un grupo de amigos entre los que se encuentran Fredi Torres, Juan Rodríguez y el bloguero Carlos Rodríguez en las pendientes empinadas y caprichosas dispuestas sobre el Río Sil.

Los que siguen este blog saben que soy amante de los tintos de la Ribeira Sacra (aunque este Sílice no ostente la dichosa etiqueta con la DO). Y fundamentalmente de aquellos que son elaborados a palo seco, sin paso por madera o una con una madera usada, como es este caso, para que no imprima tanta docilidad a unas uvas salvajes y expresivas como son en esta región maravillosa de Galicia. Por eso me fui por su etiqueta más básica.

Viñedos de unos 60 años sobre suelos de pizarra, granito y arenosos con cuarzo. Uvas en su mayoría Mencía y resto de Albarello, Merenzao, Garnacha Tintorera y uva blanca. 70% despalillado y 30% uva entera con raspón, fermentado con levaduras autóctonas y malolactica en foudre usado. Crianza de 9 meses sobre lías en foudre de madera usada de 5.200 litros. Viticultura respetuosa con el medio ambiente.

El año pasado probé su cosecha 2013 y si bien me gustó, me quedé con sabor a poco (tengo que ser sincero). Este año mi amigo Rafa me dijo que le había llegado la 2014 y me hice con una 2014 y una 2013 para ver cómo había evolucionado.

Para no hacer muy largo el post escribiré de la 2014, pero tengo que decir que la ´13 me gustó muchísimo más que el año anterior, ganó con la estiba.

Esta cosecha, más fresca que la anterior, me reconcilió con lo que espero de un vino de la Ribeira Sacra del Sil. Color rojo rubí con tintes azulados de capa media, brillante, limpio y glicérico. Nariz que de entrada necesita un poquito de aire. Expresiva y con mucha fruta roja fina (cerezas es lo que se me viene a la cabeza), infaltable mineralidad, levemente floral y fondo vegetal. En boca es vertical, muy ágil, redondo, vibrante, explosivo. Mucha frescura y finura y elegancia. La fruta roja fresca se mastica. 

Para beber por litros. Aplausos amigos. Un gran vino y un gran precio, 12,90 € con RPC espectacular.

Me quedaré con unas botellas para seguirlo, pero mi consejo es que no las dejen escapar.

Buena vida y buenos vinos,

Salutes, Rumbovino.

Durante 6 años difundiendo la cultura del vino y en favor del consumo moderado y responsable.

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