Desde que nos vinculamos más de cerca al mundo del vino, y como corresponde a los buenos fanáticos, se nos dio por coleccionar cosas relacionadas a la temática. Obviamente preparamos un libro donde pegamos cuidadosamente todas las etiquetas y contraetiquetas de los vinos que vamos probando y, por supuesto, también guardamos los corchos correspondientes a cada caso. El tema es que las etiquetas no las repetimos pero los corchos sí, eso generó que en un tiempo razonable, este hermoso fruto obtenido de la corteza del Alcornoque nos ocupe todos los rincones de la casa... Así que hubo que buscarles destino.. Algunos fueron a un decanter, otros a unas antiguas damajuanas y a muchos otros lugares varios.
Pero sin ninguna duda, el mejor destino que se le podía dar a los corchos lo ideó mi esposa (Noemí); que utilizándolos como bases, diseñó de manera artesanal cada uno de los personajes de un Ajedrez enófilo, representando entre los tintos y los blancos, parte de la historia ligada al vino. Ahora deberemos aprender a jugar, pero ese es otro tema.
Quiero compartirlo en el blog porque, intentando ser lo más objetivo posible, creo que quedó muy lindo, no?
Andrés, Marcaccini
RUMBOVINO
Que lindo !!!
ResponderEliminarFelicitaciones !! esta muy bueno !!
A que si? Un abrazo y muchas gracias!
ResponderEliminarEsta muy bueno!!! Yo juntaba los corchos pero llegó un momento que se hizo inmanejable la cantidad, JE JE!!. Ahora solo guardo los de los grandes vinos.
ResponderEliminarSaludos