Joan Gómez Pallarès: enófilo empedernido

Llevábamos muy pocos meses escribiendo Rumbovino, cuando en una de nuestras estancias en Lugo, navegando por la web, accedimos a un blog que ya, a primera vista, nos fascinó. Este adjetivo es el primero que se nos ocurre utilizar para intentar reflejar lo que significa este “lugar”, para nosotros…

Habíamos pensado que en algún momento comenzaríamos con entrevistas a blogueros y personalidades de otros lugares y, desde siempre, tuvimos claro que Joan Gómez Pallarès no podía faltar… Nacido en Igualada (Barcelona), Catedrático de Filología Latina en la Universitat Autònoma de Barcelona, apasionado por el vino y la buena comida; su blog es uno de los más leídos de España. Y además está hecho, sin lugar a dudas, con una delicadeza y un gusto que a nadie deja indiferente… Por eso, para nosotros, que ya veníamos felices y agradecidos de todas las notas realizadas, fue emocionante cuando automáticamente aceptó nuestra invitación y nos dijo que, por supuesto,  haría la entrevista encantado.

De verdad, leer sus notas es disfrutar desde la primera a la última letra que dibuja… pero no vamos a decir más, los dejamos con sus palabras y los invitamos a conocer su blog De Vinis.

En esta pequeña nota su hacedor habla de él. 

Me considero un enófilo empedernido, amante de la cultura del vino donde haya calidad y respeto por la naturaleza. No concibo el vino sin sus comidas y por eso ando siempre buscando alianzas afortunadas entre unos y otras.  Cuando me apetece y encuentro un poco de tiempo cuento mis experiencias en el blog.

¿Cuál es tu relación con el vino? El vino es aquello que, de una manera más profunda y auténtica (cuando es natural), me conecta con la tierra. El vino es territorio, paisaje y ser humano en una botella. El vino es placer y pasión. Me da la tierra y me devuelve a ella.

¿Por qué el vino? Podría ser cualquier otro producto que surja de la naturaleza, es cierto. Pero el ciclo de la vid es pura metáfora de la vida misma. Por eso me gusta tanto su producto final, el vino. El invierno adormece y paraliza casi la vida de la cepa. La primavera le dice “levántate ya, que has dormido y descansado mucho”: es el alborozo del adolescente. El verano es el momento de la búsqueda de la madurez y el otoño, recoge los frutos de todo el año. Llegan los primeros fríos, cae la nieve, que es la muerte. El viñedo reposa de nuevo. El ciclo de la cepa es el de la vida. Por eso el vino.

¿Cuándo y por qué el blog? Me gusta leer, me gusta escribir. Mi pasión por el vino y mi formación, ahí estaban también. Hace seis años, un amigo querido (propietario de una bodega de gran calidad en la DOC Priorat) me preguntó (a la vuelta de la vendimia) “¿sabes qué es un blog?”. Contesté que no. Y ahí empezó todo.

¿Cuál crees que es la seña de identidad de tu blog? La vinculación de la experiencia entre el vino y sus comidas y una narración cuidada. Siempre con el apoyo de buenas fotografías.

¿Por qué piensas que te leen? La gente que me escribe dice que leen porque soy muy sincero (aunque educado) y digo lo que realmente veo en el vino. No acepto publicidad ni recibo nada por lo que publico en el blog.

¿Cuáles crees que son las cosas positivas de hacer el blog? Me ha abierto las puertas de multitud de oportunidades. La más importante: poder conocer la gente que hace el vino en el sitio en que lo hacen.

¿Y las negativas? No gusta a todo el mundo que diga lo que pienso. Tuve que poner una moderación de comentarios, porque había gente que escribía auténticas burradas. Y el plagio, que también lo ha habido.

¿Cambió algo después del blog? En mí como buscador y bebedor de vinos, no. Pero quien vive del vino, aprecia mucho la publicidad gratuita que puede dar un blog. Y surgen oportunidades. Hay que ser coherente y saber decir que sí y que no. Sobre todo, hay que tener una línea clara en el blog, que la gente la sepa y te haga sentir cómodo a ti. Si esa ecuación no funciona, mejor es dejarlo.

¿En algún momento escribiste alguna nota que hoy no publicarías? Más que eso, corregiría mucho más y escribiría de otra manera. Pero no reniego de nada: esto, como todo en la vida, es un proceso de aprendizaje que no acaba nunca.

¿Recuerdas cuál fue el mejor vino, o el que con más placer publicaste hasta hoy? En el blog tengo una etiqueta, “Vinos para el bienestar”. Hay muy pocos vinos etiquetados allí…pero no quiero decir que sean los mejores. Cada vino tiene su momento. Pero el primero que van a leer en esa etiqueta, el Vino Passito 2003 de Enrico Orlando, bufff…Pero he disfrutado enormemente con muchos vinos que están en el blog y no todos están en esa etiqueta.

¿Te atreves a mencionar el peor? No, hay bastantes también y como con los que recuerdo con más cariño, depende mucho de cada momento.

¿Un maridaje? El mejor espumoso brutnature que uno tenga a mano (sea de la zona que sea) y pan con tomate, aceite y jamón serrano.

¿Un lugar para el vino? Es un tema de paz interior. Si estás bien y bebes buen vino en la compañía adecuada (a veces ésta puede ser uno mismo, conste), cualquier lugar es bueno.

Por último… ¿Un vino que refleje tu blog? ¿Por qué? Suelen ser vinos que reflejan muy fielmente el terruño del que han nacido; suelen ser vinos biodinámicos y que no llevan, por lo tanto, nada que no sea zumo de uva fermentado; suelen ser vinos cuyo precio es congruente con su calidad. Ahora mismo me viene a la cabeza el champaña CuvéeBlancd’Argile de Vouette&Sorbée: pura expresión de lo que tiene que ser un “blanc de blancs”, con una mineralidad a flor de piel fruto de la mejor arcilla y cal del sur de Reims. Fino y auténtico como un estilete. Mimado en la cepa y en el trabajo con las lías que no enmascara en nada a la fruta.

Un enorme gusto para nosotros poder realizar a Joan esta entrevista. Muchas Gracias!

RUMBOVINO